La formación de hábitos de estudio
La formación de hábitos de estudio es un proceso básico para lograr que nuestros hijos sean buenos estudiantes y logren aprender lo necesario para lograr todas aquellas metas que se tracen en la vida.
Se puede iniciar estableciendo 20 minutos de estudio diario en casa, preferentemente en un horario en que un papá está presente para apoyar el proceso. Luego se aumenta a media hora y así hasta llegar a un tiempo que, sin agotar a los niños, les permita formar un hábito que será fundamental en su proceso escolar posterior.
SI EL NIÑO LO HACE, HAY QUE PREMIAR PARA QUE EL HÁBITO SE INSTALE EN EL NIÑO
Establecer un lugar de estudio adecuado
El lugar de estudio debe ser de preferencia siempre el mismo. Debe estar ordenado y donde se tenga a mano sólo lo que se necesita: diccionarios, libros, etcétera. El mobiliario debe ser apropiado, resistente y cómodo. El lugar debe ser tranquilo y bien iluminado.
Organizar y planificar el tiempo de estudio
Ayudar al niño/a a elaborar un plan de trabajo semanal. La planificación del tiempo de estudio requiere LA SUPERVISIÓN DIARIA POR PARTE DE LOS PAPÁS de la agenda escolar, para asegurar que anota lo más importante (tareas, fechas de pruebas, etcétera).
Este plan de trabajo debe ser personal (adecuado a sus necesidades), realista (adaptado a su capacidad y disponibilidad), flexible (que permita imprevistos) y escrito (recordatorio visible). LOS PAPÁS DEBEN REFORZAR / PREMIAR, CUANDO EL NIÑO CUMPLE LA PLANIFICACIÓN.
Es importante escoger premios que NO SEAN MATERIALES.
Revisar cómo estudia nuestro hijo(a)
Establecer cuáles son las principales dificultades que tiene el niño o niña a la hora de estudiar. Qué valores y normas se proponen desde la casa y cuáles se establecen en la escuela. Es muy importante que el niño/a vea una COHERENCIA entre los límites y normas que se fijan en casa y en la escuela. VERIFICAR QUE ESTUDIA, no conformarse con la palabra del niño de que lo está haciendo.